Sólo vemos el lado bonito del emprendimiento

Emprender es un duro camino, más de lo que podemos imaginar que erosiona y desgasta y en el que hay que estar preparado psicológicamente.

Arturo Díaz
Arturo Díaz
Oct 9, 2018 · 3 min
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En mucho sitios he leído que emprender es una carrera de fondo, una maratón y no un sprint. No intentemos hacer un gran esfuerzo que dure poco, sino que hemos de dosificar nuestros esfuerzos y prolongarlos en el tiempo, eso sí, con estrategia, porque sólo vemos el lado bonito del emprendimiento.

Steve Jobs, Jeff Bezos, Elon Musk, Mark Zuckerberg, Bill Gates, etc, sí, son muchos y los conocemos a casi todos ¿verdad? Pero son aún más los que lo intentaron y fracasaron, y no conocemos. De los que conocemos, sólo vemos sus enseñanzas, excentricidades, su forma de vida actual. Pero, ¿qué hay de sus primeros días? ¿Del camino que les ha llevado hasta allí?

¿Cómo podemos llegar a «nuestro lado bonito»?

Horas, horas y más horas de trabajo, análisis, frustración, desesperación, probar las cosas de distinta forma, que traducido a nuestro lenguaje no es más que dar por inválidas algunas hipótesis y tener que pivotar, para obtener pequeños destellos de luz que hacen que merezca realmente la pena.

Echar la máquina a rodar cuesta, y mucho. Entrar en un mercado en el que nunca has estado, no te conocen y tienes que labrar una reputación cuesta entre 12 y 18 meses. Por eso es tan importante localizar a tus early adopters. Ellos son los que, si nuestro producto merece la pena, van a hablar bien de nosotros y a recomendarnos

Por eso, cada paso que demos, ha de tener una justificación. Es cierto, que en muchos casos la intuición es la que seguimos. Pero no nos engañemos, la intuición no es más que el cúmulo de nuestras experiencias que nos dicta cómo avanzar. Es decir, tomamos decisiones en base a nuestra experiencia vistiéndolas de “tengo una corazonada”.

Otra cosa a evitar es dejar nuestras acciones a la suerte. No, todas nuestras acciones han de tener un propósito y una forma de medir la efectividad de dicha acción, sin métricas no sabemos si lo que estamos poniendo en marcha funciona. De ahí la importancia del Desarrollo de Cliente y Lean Startup: aterrizar una metodología (ojo, no es ciencia exacta) que nos permita dar pasos en una dirección con un determinado control sobre ellos de manera que no nos perdamos en las múltiples bifurcaciones de nuestro camino.

El éxito no llega de la nada, no llega sin esfuerzo, sin sacrificio, sin fé en lo que estás haciendo. Sé por propia experiencia, hemos de estar preparados mentalmente para cualquier vaivén, sobre todo cuando haces bootstraping. Tan pronto estás arriba porque estás encadenando una buena serie de resultados una semana, como la semana siguiente todo se para y entras en pánico, ¿qué habré hecho mal?¿Por qué no me responden los clientes?¿Qué tengo que cambiar para volver a enganchar?

Conclusión

Esta semana, quería hacer una reflexión sobre cómo intentamos reflejarnos en los emprendedores de éxito sin tener en cuenta el duro trabajo que ellos tuvieron detrás. ¿Por qué? Porque cuando le dices a alguien que estás emprendiendo o bien te toman por loco, por asumir un riesgo que para ellos es inasumible, o bien te dicen “anda como el de Apple… Entonces vives ahora como un rey, ¿no?”. La respuesta obvia es no, quizá algún día cuando todo este duro trabajo dé su fruto.

Es un post fuera de lo que es la dinámica de buscar la aplicación a la filosofía del Desarrollo de Clientes y Lean Startup por lo que si os gustaría que hubiese más post de este tipo hacédmelo saber, bien comentando, bien contactando conmigo y, por supuesto, si tenéis sugerencias sobre qué os gustaría que contásemos, igualmente, comentádnoslo.

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