¿Qué es un Producto Mínimo Viable?
La únidad mínima de tu producto que aporte valor real a tus clientes no siempre es fácil de determinar.
Uno de los procesos fundamentales en el Desarrollo de Clientes son los tests a través de experimientos. Éstos son indispensables para poner a prueba nuestras hipótesis, tanto de problema, como de solución como del propio modelo de monetización, canal, etcétera.
Como en la representación de Henrik Kniberg, un Producto Mínimo Viable (o MVP del inglés Minimum Viable Product) de un coche no es una rueda, ni dos, etc, un MVP es la unidad mínima que me permite desplazarme más rápido que si fuera caminando. Es decir, me resuelve el problema del desplazamiento. Según esto, un MVP de un coche sería un monopatín. Me ofrece valor al resolver mi pain, pero claro, no es ni la comodidad, ni la velocidad que puede ofrecer un coche… ¡pero voy por el buen camino!Pero qué entendemos, entonces, por Producto Mínimo Viable. Bien, cada autor da su propia definición, y todas van en la misma línea. Aquí vamos a poner las más representativas:
- Steve Blank: Es el conjunto más reducido de características de un producto o servicio que provoca una respuesta por parte de los clientes.
- Eric Ries: Un Producto Viable Mínimo es la versión de un producto nuevo que permite a un equipo recolectar la máxima cantidad de conocimiento validado sobre clientes con el menor esfuerzo posible.
- Alex Osterwalder: Una representación o prototipo de una propuesta de valor diseñada específicamente para probar la validez de una o más hipótesis/asunciones. El objetivo es hacerlo de la manera más rápida, barata y eficiente que sea posible. Los MVP se usan principalmente para explorar el interés potencial del cliente y el socio.
En el siguiente video se ilustra remarcablemente en qué consiste y qué ha de tener un Producto Mínimo Viable:
En pocas palabras, un Producto Mínimo Viable es el conjunto mínimo de funcionalidades que te permite aprender de los clientesd que lo usan ofreciéndoles un mínimo valor. NO es un producto definitivo, NO es una versión beta (ni siquiera alfa), es un prototipo incompleto que nos permite medir la reacción de los clientes.
Un Producto Mínimo Viable consiste en el conjunto de funcionalidades mínimo que representa, en su mínima expresión, tu propuesta de valor para tus clientes de tal manera que te permite probar las hipótesis de negocio que persigues.
Según la literatura, existen varios tipos de MVP. La clasificación que se hace a continuación, la presenta Cindy Álvarez en su libro Lean Customer Development.
- Pre-venta. Mediante una presentación, usualmente en web, de tu producto, aún sin desarrollar en absoluto, consigues generar tracción del mercado a través de pre-ventas de tu producto o servicio. Por un lado, te valida tu problema-solución gracias al interés generado, y por otro, consigues financiación para su desarrollo.
- Generación de audiencia. Bajo este modelo, generas una audiencia estable a través de la generación de contenido de valor entorno a tu idea, ¿cómo? Por ejemplo con un blog 😉
- Conserje.Ofreces un servicio que, aunque lo solicites a través de medios tecnológicos (web, app, etc) lo ejecutas tú a mano. Entregas el producto, lo cobras en mano, etc.
- El Mago de Oz. Es parecido al conserje pero tu producto da la sensación de estar terminado aunque por detrás sea todo «manual”. Zappos sería un ejemplo de un Mago de Oz.
- Único uso o característica. Tu Producto Mínimo Viable prueba las hipótesis de una única característica o caso de uso de tu producto. Si se trata de un producto nuevo, sería monofuncional y si es un producto ya en el mercado trataría la inclusión de una nueva funcionalidad mínima viable en el mismo.
- Basado en producto de un tercero. Es cuando basas tu Producto Mínimo Viable en producto de terceros. Por ejemplo, quieres crear un sistema de guiado autónomo de vehículos basado en inteligencia artificial y generas tus primero MVP utilizando la technología de AI y Machine Learning de Amazon Web Services.
El tipo de Producto Mínimo Viable que elijas va a depender mucho de tu modelo, de tu idea, de tu visión. Si tu modelo de negocio está basado en web, tu MVP se parecerá a una web. Si tu modelo de negocio está basado en un equipo físico con HW y SW, tu MVP puede ir desde una presentación en PowerPoint hasta un SW mínimo corriendo en un portátil o, como en Zappos, un portal web que vende zapatos y que un tío por detrás está comprando en la zapatería de debajo de su casa y enviándolos por mensajería. Cualquier cosa que nos sirva para medir la reacción de tus clientes potenciales ante tu producto: cómo acceden a él, cómo lo consumen, qué sienten, qué les falta, qué opinan del interfaz… El propósito del MVP, tu propósito, es poner a prueba tus hipótesis. El señor de Zappos quería comprobar que la gente estaba dispuesta a comprar zapatos por internet. Para ello, en lugar de montar un complejo portal de e-commerce, cerrar acuerdos y precios con fabricantes, etc montó una web simple, con un pequeño catálogo de zapatos (los que tenía la tienda debajo de su casa). Cuando alguien entraba y compraba (si es que llegaban a comprar), éste bajaba a la tienda compraba el número y modelo solicitado y lo enviaba a su destinatario por mensajería. Dirás, poco escalable ¿no? Y tan poco, pero estaba validando su hipótesis con el mínimo coste. Ahora es cuando sí, invierto en desarrollar una buena web de e-commerce con pago online, conexión con centros de reparto de paquetería, suministradores de calzado, etc, no antes.
Ya habrás deducido del ejemplo anterior que, un Producto Mínimo Viable no es una versión de tu producto. Ni se le acerca. Lo bueno del señor Zappos es que, antes de sacar su versión 1.0 (por llamarlo de alguna manera) al mercado, ya estaba ganando dinero (no quiere decir que tenga beneficios). Tampoco la suma de tus Productos Mínimos Viables no suma la versión 1.0 de tu producto. Producto Mínimo Viable no significa viabilidad de la versión de tu producto, sino viabilidad para la prueba tus hipótesis ofreciendo valor a tu cliente. Esto quiere decir, que tiene que ser funcional, pero no perfecto. A veces, esa implementación nos podrá servir como parte de nuestro producto definitivo pero otras veces será de tan poca calidad que no tendremos más remedio que desecharla. Un Producto Mínimo Viable debe servirnos para probar las hipótesis con más riesgo (en ese momento) de nuestro modelo de negocio, y éste puede ser o no funcional.
De lo anterior, podrás inferir que no debemos gastar más (tiempo) dinero del necesario en su implementación. Obviamente, ha de ser funcional y sí, podrá tener fallos y algún que otro «problema estético”, pero mientras el usuario pueda usarlo y, sobre todo, se queje, quiere decir que vamos en el buen camino. Si no se quejase, quiere decir que no está haciendo ni caso a lo que le has propuesto y podrías dar por invalidadas esas hipótesis. En este punto hay que saber medir. Si eres una empresa consolidada, con una imagen y reputación, no puedes «sorprender» a tus clientes con cualquier «cosa». Es cierto que no debes pasarte con la inversión, pero también es cierto que tienes una imagen que cuidar, así que ojo con esto.